Alejandro Mesonero es un pintor peñarandino que, tras vivir largos años en Madrid, ha vuelto a Peñaranda de Bracamonte, donde el tiempo se dilata y no hay prisa. Varias veces, el pintor ha expuesto sus obras en la Sala de exposiciones del Centro de Desarrollo Sociocultural, la última de ellas, conformando una muestra de título singular Pinturas leídas. Sin embargo, en palabras del propio Alejandro Mesonero, la propuesta de mostrar sus lecturas esenciales en la Sala de adultos de la Biblioteca Municipal de Peñaranda que se ubica y gestiona en el CDS, le ha mantenido expectante e ilusionado, quizá un poco nervioso, por aquello que desvelar las lecturas importantes para un lector tiene mucho que ver con desnudar un trozo del alma.

Desde el principio, Alejandro vivió la propuesta como un reto: es ciertamente complicado resumir en unos pocos libros los que, para uno, han sido o son sus fundamentales. Lo que puedo asegurar es que son todos los que están, pero no están todos los que son. Y es que Mesonero no puede sustraerse a su faceta de pintor, porque él, es un pintor que lee: Quizás seamos lo que leemos. En mi caso, muchas de las lecturas, han ido encaminadas a mi oficio de pintor, procurándome la mejor preparación teórica y técnica, que el arte en general y la pintura en particular esconden.

Sí, Alejandro Mesonero ha dejado fuera a muchas obras, a muchos autores, con el afán de dotar de coherencia a su propuesta, y la ha concebido como un camino, una senda de vida y lectura que encuentra su metáfora en un juego que todos llevamos en la memoria desde nuestra infancia: El Juego de la Oca. Este juego es un camino que hemos de recorrer para llegar a una meta, cumpliendo unas reglas y con sus atajos y sus escollos. Todo esto dependiendo del azar de un dado, cuya tirada nos puede, o no, beneficiar.

Las trece ocas presentes en el tablero hacen que avances si tienes la fortuna de caer en una de ellas. Mis ocas son los libros de consulta, siempre presentes: enciclopedias temáticas, diccionarios…

Luego, empezamos la partida colocando un libro en cada una de las casillas obstáculo:

• Casilla 0: Inicio. El desvío a Santiago, (C. Nooteboom). La obra de un gran escritor holandés que sabe de España mucho más que nosotros, los españoles.
• Casilla 6: El puente. Papeles sobre Velázquez y Goya (J. Ortega y Gasset). Con esta obra, comprendí que los grandes cuadros encierran siempre varias lecturas, sean figurativos o abstractos.
• Casilla 12: De puente a puente. Idea (E. Panofski). Uno de los grandes de la filosofía del arte, que en este obra desgrana cómo se debe analizar y saborear una obra de arte.
• Casilla 19: La posada. Los materiales de pintura y su empleo en el arte (M. Doerner). Para bucear en las distintas maneras de los grandes maestros.
• Casilla 26: Los dados. El número de oro, los ritmos y los ritos. ( C. Ghyka). El autor nos desvela lo que los antiguos griegos ya sabían: la armonía, que se rige por el número f y que es de un valor incalculable para componer cuadros, edificios, incluso alto tan impensable como una tarjeta de crédito.
• Casilla 31: El pozo. La metaformosis (Ovidio). Hemos de perder un turno y ponernos a reflexionar, porque muchas veces nos ciega la apariencia, esto es, lo que vemos representado en una pintura, en una imagen, realmente es otra cosa bien distinta.
• Casilla 42: El laberinto. El misterio de las catedrales (Fulcanelli). ¿Seremos capaces de encontrar la salida? El autor, del que no se sabe nada, nos dejó uno de los tratados alquímicos más importantes y densos sobre el descubrimiento de nuestro propio yo y la transformación de la materia. Las dos vertientes de la piedra filosofal.
• Casilla 30: Del laberinto al 30. El canto de las sirenas (E. Trías). Para oxigenarnos con un magnífico ensayo sobre la música de los últimos 400 años: autores más señeros y su aportación a la cultura y pensamientos universales.
• Casilla 53: Segundos dados. Estética de las proporciones en la naturaleza y en el arte (M. C. Ghyka). Gran parte del macrocosmos y del microcosmos están regidos por una estructura que, en nuestro caso, que estamos hablando de estética, nos permite aplaudir o rechazar unas formas: está en nuestro ADN la idea de lo armónico sin saber muy bien por qué.
• Casilla 56: La cárcel. Breve historia de la sombra (V. Stoichita). En esta importante casilla en la que hemos de esperar a que nos saque otro jugador que caiga en ella, nos encontramos con la obra de Stoichita sobre la sombra, verdadero desafío técnico y simbólico para los artistas de Occidente.
• Castilla 58: La muerte. El elogio de la locura (Erasmo de Rotterdam). Una de las grandes obras de todos los tiempos, en la que Erasmo nos relata cómo el ser humano aplaude la estupidez aun sabiendo que lo es. Tan importante es esta casilla que, cayendo en ella, tenemos que volver al principio … a ver si en la siguiente partida somos menos necios.
• Casilla 64: El jardín de las Ocas. Supuestamente hemos llegado al final, pero aquí no hay libro, está por leer, es el libro que siempre nos espera, el que aún no hemos descubierto. Os ofrezco, mientras tanto, un cuadro: un rectángulo áureo inscrito en otro que quizás, os sugiera algo. Si es así, me sentiré honrado.

Los Fundamentales de la Biblioteca de adultos del Centro de Desarrollo Sociocultural han reinventado el antiguo espacio de las obras de consulta en papel, las cuales, fueron muy consultadas en otro tiempo y, con el auge de las tecnologías de la información y la comunicación, cayeron en desuso. Ahora, con este espacio reconquistado por los lectores, se pretende que esta sección vuelva a adquirir el carácter de fundamental. Este proyecto se circunscribe en Nubeteca, el nuevo concepto de biblioteca impulsado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez junto con la Diputación de Badajoz.